Las redes sociales son un arma de doble filo. Sobre todo en un equipo tan pasional como el Atlético de Madrid. Notamos como crece la comunidad digital rojiblanca, del mismo modo que crecen los bandos y la crispación y empieza a haber una tendencia preocupante que impacta a los que se esfuerzan en crear y generar contenido sobre el Atleti.
Me preocupa, muchísimo, como los canales se están cayendo.
Hemos sido testigos, atónitos, con una creciente intranquilidad, de la clausura, o la paralización, de distintos canales, podcasts y foros dedicados al Atlético en los últimos meses. Canales que, más o menos acertados, traían análisis, debates, un lugar de reunión para la afición colchonera.
Bueno, la razón de estas clausuras, a menudo, no parece radicar en una falta de interés de la audiencia, sino en la insoportable presión, a veces tóxica, ejercida por otros sectores sociales o fans en las redes sociales. La crítica, que se esperaría constructiva, o al menos un componente del debate respetuoso, se convierte en acoso o en una campaña de desprestigio tan brutal que el creador de contenido escoge la derrota, el silencio absoluto.
Sin ir más lejos, algunos miembros de Futbolia hemos sufrido este acoso y en ocasiones nos hemos llegado a plantear abandonar el proyecto.
La responsabilidad del creador
La toxicidad de algunos canales es brutal. Los dueños de canales tenemos responsabilidad y no todos actúan debidamente al fomentar el debate sano, con opiniones formadas, datos y experiencia.
Importante, esta situación no va en una sola dirección. Además de los canales que cierran por presiones externas, existen canales que descaradamente propagan bulos, tienen opiniones forzadamente extremistas, y solo buscan controversia como su única razón de ser.
Estos lugares, construidos sobre la confrontación como modelo, emplean la polarización; así, los miembros se enfrentan constantemente.
Si bien esta estrategia atrae tráfico rápido, es peligroso para la calidad del debate. Nosotros, los creadores, tenemos un deber primordial a la hora de facilitar el diálogo, y no provocar crispación. Un debate sano se construye con ideas sólidas, datos verificados, y vivencias; no con manipulación o mentiras. Cuando un canal ignora esta obligación, alimenta directamente la toxicidad, que, increíblemente, daña todo y silencia a los que quieren un debate.
No queremos convertirnos en los vecinos
Ojalá, todo el auge del club, y su afición, que no nos haga convertirnos en los vecinos.
El Atlético de Madrid ha mostrado un ascenso increíble en los últimos años, tanto en logros deportivos, cómo en su afición mundial. Tal progreso necesita ser seguido por madurez para coexistir con diferentes ideas.
La principal preocupación es que, intentando uniformar y controlar la historia, la afición rojiblanca replique comportamientos que históricamente hemos censurado en «los vecinos». Últimamente discutir ideas críticas se vuelve complicado y la presión mediática puede ser cruel contra voces opositoras a cualquier idea. El Atleti siempre se enorgulleció de su identidad forjada en la lucha, resistencia, y a menudo, ir contracorriente.
Preservar lugares para opinar, apoyar la libertad de crítica, sin caer en insultos o difamación y fomentar debate respetuoso es importante para un progreso sostenible sin perder la genuina esencia combativa que apreciamos los atléticos.
#AupaAtleti








Deja una respuesta