Ayer tendría que haber sido un día bonito

Ayer, cuando caminaba con mi hijo de la mano desde Las Musas hacia el Metropolitano, todo hacía pensar que iba a ser un día bonito. Muy buena temperatura, ambientazo en los aledaños, previa y birras con la gente que ya es familia gracias al Atleti, mucho colorido por parte de la afición visitante… pintaba realmente bien.

Entramos al estadio y saludamos a los compañeros de grada, que ya son amigos, por última vez este curso: abrazos, risas, fotos de grupo. En definitiva, puro Atlético de Madrid. Arranca el partido y el ambiente en el estadio es muy bueno: gran animación desde el fondo sur y un seguimiento más que aceptable por parte del resto del estadio. Y para completar esta fiesta, Julián se saca una genialidad de la chistera y nos pone por delante en el marcador. El estadio estalla y nos miramos los unos a los otros con esa cara de… “joder, qué jugador hemos fichado”. Justo antes del descanso, Lino da una gran asistencia a Le Normand para irnos al vestuario con una tranquilidad que pocos esperábamos, siendo que el Betis se jugaba mucho y nosotros, muy poco.

Pero, por desgracia, al poco de volver del descanso la cosa empezó a torcerse. Empezamos a ver a gente de la grada media del fondo sur pitar con insistencia y hacer gestos con las manos. Todo era porque un aficionado necesitaba atención médica. Y en ese momento, mientras se atendía a este pobre hombre, la policía decidió arremeter contra varios socios del Atleti en la grada baja del fondo sur. Se realizaron cacheos excesivos, se golpeó a los socios y a algunos —como mi buen amigo @CLASS1NHO—, además, se les requisó el abono y un bufandín del Frente, sin dar ningún tipo de explicación. Por ese motivo, la zona central del fondo sur quedó vacía. No por ningún motivo oscuro que la prensa haya intentado inventarse. Recordemos que no existe ninguna ley ni normativa interna del club que prohíba explícitamente llevar ese tipo de prendas.

Desde ese momento, el ambiente estuvo bastante enrarecido, y todo fue cayendo en picado rumbo al final del partido. Nuevamente se tuvieron que oír pitos cuando una parte del estadio decidió cantar a Simeone, y por supuesto, también se pitó cuando de forma espontánea se cantó contra la directiva. A ver qué os inventáis esta vez para justificaros, porque los cánticos no surgieron de la zona del Frente, ya que no estaban en la grada.

Y finalmente, llegamos al colofón con “la despedida” de una leyenda del club como Ángel Correa, con un estadio semi vacío. Por suerte, en la masa social del Atleti existen personas que se niegan a dejar morir el espíritu del Atlético de Madrid. Y cuando la SAD nos deja huérfanos, aparecen para regalarnos imágenes inolvidables —que ya son parte de la historia del Club Atlético de Madrid— como la de ayer, con Angelito y su camiseta conmemorativa. Muchas gracias, @atmcollect1903.

Una vez fuera del estadio, y con mal sabor de boca, mi pequeño y yo fuimos a la salida del parking, donde estuvimos cerca de una hora y media esperando la salida de Ángel Correa. Por suerte, pudimos saludarle, abrazarle y darle las gracias por cómo ha defendido y honrado la camiseta del Atleti. Conforme jugadores como Ángel, Godín, Gabi y tantos otros terminan su carrera en el club, vamos perdiendo una esencia y un sentimiento que es muy difícil de recuperar. Esperemos que, allá donde vaya Angelito, le vaya muy bien y tenga mucho éxito.

Ayer tendría que haber sido un día bonito. Y lo fue, en muchos momentos. Pero también fue un día para la reflexión, para defender lo que es nuestro y recordar que el Atleti lo formamos nosotros, los que no nos rendimos, los que sentimos, los que amamos este escudo por encima de cualquier circunstancia.

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