LALIGA J19. BARÇA 3-1 ATLETI. El Espejo de Alicia y el Veredicto del Absurdo

El aire en el Camp Nou olía a azufre y a billete de cien. Y también olía a escombro, a cable pelado, a polvo de obra sin acabar. A copia barata de colonia cara.
Había un bullicio raro, de gente perdida que no sabe llegar a su sitio, preguntando en muchos idiomas, casi tantos como turistas, una torre de babel de gente buscando un asiento minúsculo de apenas 42cm de ancho. Eso no es un asiento de fútbol, es un taburete para tener a la gente hacinada.

No era un partido cualquiera; era el duelo adelantado de la 19ª jornada de LaLiga EA Sports, jugado en la noche de un martes, 2 de diciembre de 2025. El Camp Nou no es un estadio. Es un agujero negro. Una madriguera maldita donde el aire huele a victoria ajena y las leyes de la física se rompen por decreto. Y el Atlético de Madrid, la valiente Alicia, cayó en él.

Esta no será una crónica de ira fácil, no. Será el registro del pulso que el equipo del Cholo, en plena y dolorosa metamorfosis, le echó a la Reina de Corazones. El Atleti saltó al césped con valentía, buscando ese nuevo estilo de toque y presión arriba, incluso en uno de los campos más letales del planeta. Uno de los envites más audaces que recuerdo en ese campo.

Te miras con los de alrededor de ese estadio a medio hacer y descubres que hay dos tipos de culés… los que quieren ser como el Madrid y los que quieren que el Madrid desaparezca. Con los segundos te entiendes, de los primeros cada vez hay más. Tuvimos la suerte de tener detrás a dos del segundo tipo que te pican y te dicen que se van a llevar a Julián, a los que les dices que vale, que son 250 y que ya volverá por 30 y que encima les vas a cambiar a Lenglet por Araujo. Risas.

La desgracia, el infierno, es que ese estilo se busca ante uno de los dos equipos que mejor mueven el balón en Europa, el Barça. Y cuando presionas alto y bien, como hizo el Atleti, solo la calidad pura de los catalanes puede romperte. Y te rompió, con un resultado final que duele en la clasificación: Barcelona 3 – 1 Atlético de Madrid.

El Banquete del Sombrerero Incompleto

Aquí es donde el sueño se convierte en pesadilla. El Atleti es una obra en reconstrucción, no solo de nombres, sino de alma. Es la Fiesta del Té del Sombrerero Loco, pero faltan los invitados clave. Y sobran los que estorban.

Si el Atleti busca la cumbre, necesita deshacerse del lastre. Lenglet y el noruego Sorloth están bien para los paseos por los campos de entrenamiento. Pero en el jardín de la Reina de Corazones, en la batalla de élite, se quedan cortos. Muy cortos. Son las sobras del banquete.

Pero el problema real es el vacío. El equipo cojea, y lo hace justo donde más duele, en el eje central. A Koke, con todo el respeto que se le debe al capitán (que tuvo que entrar de urgencia por el lesionado Cardoso), estos partidos a ritmo de vértigo lo superan físicamente. Es el Lirón adormilado en la mesa que no puede seguir el frenesí. Necesitamos un medio centro de jerarquía, alguien que ponga sosiego y pueda aguantar estos ritmos. Y arriba, no podemos exigirle a Julián Álvarez que se parta la cara en cada pelotazo sin sentido; su cuerpo no está hecho para eso. Necesita un delantero fuerte al lado. Y el colmo del absurdo: hay que fichar a un brujo para que nos diga qué demonios le pasa a Cardoso y a un filósofo que explique para qué carajo se ficha a Raspadori si apenas va a oler el césped. La construcción está a mitad de camino. Sobran tantos como faltan.

El Destello del Gato de Cheshire y la Sentencia

A pesar de todo el caos estructural, la esperanza se manifestó. Dos figuras brillaron con esa lucidez esquiva del Gato de Cheshire: Baena y Barrios. Partidazo. Su energía fue el motor que, a los 19 minutos, permitió a Baena, con un toque sutil, romper la defensa y marcar el 0-1. El sueño era posible.

Pero la Reina de Corazones activó su modo Remontada (ya son 15 puntos sumados in extremis). El Atleti, por momentos, sacó el balón jugado a trompicones, con rebotes e imprecisiones, regalando posesiones vitales. Esos datos son un puñal: el Barça tuvo el 70.9% de posesión en el primer tiempo.

Los culés del segundo tipo te dicen que Koke es malo cuando le ven entrar. Y tú te ríes por dentro.

Y la condena llegó: a los 25 minutos Raphinha empata. Pedri (solo falló cuatro pases de 64) lo asistió con una precisión que rompe la moral. El gol entró por un fallo de marca, un fallo de Lenglet, ni más ni menos. A los 36 minutos, el pico del surrealismo, Lewandowski falla un penalti a las putas nubes. Un error tan ilógico que nos dio vida, pero que no cambió la sentencia.

El colapso final fue un acto de fatalidad. Baena se echó la mano atrás. Lesión (62′). Con él se fue la lucidez que faltó en ese último pase vital. Dani Olmo marcó el 2-1 (64′), solo para caer lesionado él también. El destino, en Wonderland, es un tirano caprichoso. El 3-1 lo puso Ferran Torres (90’+5′), cuya cuenta personal contra el Atleti sigue creciendo de forma insultante.

Oblak, nuestro San Jan, el único que parecía entender la lógica felina, lo resumió en una palabra: «Sufrimos. Los balones por dentro entraron fácil». La defensa es de cristal y en el medio del campo no paramos ni un taxi, mala conjunción.

Algún día podremos contar los secretos de esta foto sobre quién nos invitó al partido y por qué.

Algún día podremos contar los secretos de esta foto sobre quién nos invitó al partido y por qué.

El Veredicto Final: Progresa Adecuadamente

El Atleti se queda 4º con 31 puntos, a seis del Barça, que consolida el liderato con 37. Te despides de tus «amigos» del segundo tipo. Te reconocen el partidazo de Koke y que como se nota. Y te acaban lanzando un deseo sobre la liga… «O vosaltres o nosaltres, però el p*** Madrid no, eh». Eso por descontado.

Pero hay un consuelo: el equipo crece, tiene mucho margen de mejora, y pinta maneras. La nota final, según el libro de reglas de Alicia, no es el sobresaliente, pero sí el «progresa adecuadamente». Y eso, en el Camp Nou, con las piezas que faltan, ya es una victoria moral. No creo que el sobresaliente lo veamos este año, ni lo pensaba en Julio ni lo pienso ahora, habrá que ver si Almada encuentra su sitio en el Atleti o el Atleti encuentra el sitio de Almada, habrá que ver si Ruggeri por fin pilla los conceptos defensivos que quiere el Cholo y no ver más a Hancko desplazado al lateral.

La verdadera batalla es encontrar al Brujo que entienda lo de Cardoso, al Filósofo que pensó que traer a un internacional italiano para que no juegue es buena idea, al pivote de mando que reclama el equipo desde hace años y al central de garantías que no se lesiones, ojo a Giménez que me pareció verlo salir cojeando, y ojalá ese 9 que no se achique y desaparezca en partidos grandes. Esos son los fichajes clave de este invierno y si no deberán serlo en verano porque con lo que hay vencer a la lógica solo puede suceder en la fiesta de lo absurdo, aunque tratándose del Atleti…

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